jueves, 6 de diciembre de 2012

2001-2006: PRIMERA PARTICIPACIÓN EUROPEA

Después de protagonizar otra temporada para el recuerdo (2000/01), mejorar su registro clasificatorio y lograr su consagración en la elite, Serafín Roldán, máximo accionista de la entidad, accedió a la presidencia tras la renuncia de Fernando Puche al término del campeonato.

En el verano de 2002, tras haber culminado otra brillante temporada en Primera División en la que finalizó décimo clasificado, el Málaga Club de Fútbol se inscribió en la hoy extinta UEFA Intertoto Cup, que otorgaba a los campeones de la competición una plaza directa para disputar la Copa de la UEFA. Tras eliminar al Gent (Bélgica), Willem II (Holandés) y Villarreal CF a doble partido, el equipo dirigido por Joaquín Peiró consiguió el primer título internacional para el Fútbol malagueño y andaluz el 27 de agosto de 2002.

Con el pasaporte para disputar, por primera vez en la historia del fútbol malagueño, una competición europea, el Málaga Club de Fútbol debutó en la Copa de la UEFA el 10 de septiembre de 2002 a domicilio ante el Zelejnicar (Bosnia). Los blanquiazules forjaron un sueño y dejaron partidos para el recuerdo en las posteriores eliminatorias ante el Amica Wronki (Polonia), Leeds United (Inglaterra) y AEK Atenas (Grecia), hasta caer eliminados en los Cuartos de Final ante el Boavista (Portugal) en una fatídica tanda de penaltis.

El brillante ciclo protagonizado por Joaquín Peiró, que culminó una trayectoria en el banquillo blanquiazul de 152 partidos en Primera División, 42 en Segunda División, 15 en Copa del Rey, 6 en la UEFA Intertoto Cup y 10 en la Copa de la UEFA, finalizó al término de la temporada 2002/03. Días más tarde, concretamente el 29 de junio de 2003, el filial blanquiazul dirigido por Antonio Tapia (denominado entonces Málaga B, hoy Atlético Malagueño) protagonizó un hecho sin precedentes en el fútbol andaluz: el ascenso de un equipo filial a Segunda División.

Al éxito del equipo filial se sumó la consecución del Campeonato de España Juvenil (Sub’18), cuya fase final se celebró en Cambrils (Tarragona). El equipo dirigido por Manolo Fernández se proclamó campeón tras imponerse en la final al R.C.D. Espanyol (2-0) el domingo 11 de mayo de 2003.

Tras cinco temporadas, en la temporada 2003/04 llegaba un nuevo inquilino al banquillo del primer equipo: Juande Ramos. En aquella campaña, el Málaga Club de Fútbol se convirtió en el único club de Europa con un equipo en Primera y otro en Segunda División, ya que el 30 de agosto de 2003, ante la Unión Deportiva Almería, el segundo equipo blanquiazul debutó en la categoría de plata de la mano de Antonio Tapia. Málaga y Málaga B (hoy Atlético Malagueño), simultaneaban alternativamente sus partidos en La Rosaleda. Ambos conjuntos lograron con éxito permanecer en sus respectivas categorías.

Juande Ramos dejó paso a Gregorio Manzano como técnico del primer equipo y éste, tras una mala racha de resultados, al técnico del filial Antonio Tapia, que consiguió revertir la situación negativa para lograr finalmente la permanencia en Primera División. La promoción de Antonio Tapia al primer equipo dejó el filial bajo la tutela de José Mari Bakero, que también cumplió el objetivo final de permanencia del segundo equipo en la división de plata. Otro año más, el Málaga Club de Fútbol seguiría en Primera y Segunda División.

Pero tras siete temporadas en la máxima categoría de forma consecutiva, récord del Fútbol de Málaga en sus más de cien años de historia, el equipo perdió la categoría en la campaña 2005/06. Antonio Tapia y Manolo Hierro, en el banquillo del primer equipo; y Juan Carlos Añón y ‘Lobo’ Carrasco, en el del segundo equipo; no consiguieron evitar una crisis de resultados que consumó el descenso de primer y segundo equipo a Segunda y Segunda División B, respectivamente

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